15/8/09

Somos

La tibieza de unos labios
que no llegan a quemar el rostro,
el fuerte temblor de unas manos
que arrastran a estar pegados,
dos almas, un sólo beso, una sola lágrima,
el suave roce de la piel,
la inocencia de un pasado
que confunde a terceros,
la parte del amor que no hiere,
la cara fácil, sencilla, amable,
poder abrazarte sin más temor
que aquel de volver a enamorarme,
sentirte siempre, en buenas y malas,
hablar en confianza, sin miedo,
poder contarte todo en mi vida
y en mi vida poner la tuya
para con actos y no palabras
poder decirte qué hay en mi alma,
poder decirte; "te quiero Idaira".

Autor: Daniel Rguez.