1/3/11

Ávila

A estas alturas de mi vida,
a ras de mi nueva carrera,
en el ecuador de mis rutas,
en el peldaño de esta escalera,
sorteando ratas y burlas,
poniendo empeño en no errar,
saboreando el reflejo futuro
de lo que hoy veo en el cristal.
Hay un ocupa en mi mente,
un forastero en mi interior,
un herrero, un sastre,
hay un cambio de color,
una vida que aún no alcanzo,
un sentimiento de rareza,
un tren que no me pierdo,
un camino entre la maleza.
No me apeo en este viaje,
no me quejo de esta época,
ni me agrando, ni me inclino,
ni me llevan, ni me pesa.
Qué dulce es el destino
y qué dura es su vereda,
qué largo es el camino
y que buena la vivencia.
La distancia no me aprieta,
la experiencia me avala
y cuando quiero ver mi hogar,
me asomo por la ventana.
Qué te digo que aún no sepas,
qué te cuento de este cuento,
qué esperas que te cuente
del gran paso de mi senda.