1/12/09

Ira al error.

Zafio, solo y abandonado
voy bocanada a bocanada
tomando el aire a cada paso,
lo justo y necesario de la nada
que hoy por hoy me ha tocado.
Zaherido del temor a una falta,
o rabiado ante la idea del retorno,
sordo y mudo como el niño que soy
y helado en el fuego de mi ira,
que precisa del saber por leña
y no admite más alimento en su horno,
pero fuerte de ilusión y alma,
con pasos bien marcados,
como si fuera esta seca vereda,
la única opción a seguir en calma.
Y buscaré mezclar realidad y sueños,
para no caer en la sombra que me asecha,
para ser al menos lo que quiero
o volver mirando alto, si vuelvo.