1/12/11

Ábreme los ojos.

Háblame de ti,
de los besos que no te doy
y me pides en cada mirada,
de ese momento en que me voy
y acercas tus pasos disimulada,
para pedirme más caricias.
Cuéntame como me imaginas,
sola, en las tardes de mi ausencia,
si me buscas tras las esquinas,
cuando florece la primavera.
Cuando me esperas frente al televisor,
y yo, a dos metros, ignoro que me esperas.
Dime que es lo que te quema,
si te rozan mis frías manos.
Y en el lecho que compartimos,
aun cuando te abrazo ya dormido,
cuando discurre el caluroso verano,
dime cuándo pasas frío.
No dudes en pellizcarme
cuando no te veo a mi lado,
no vaciles en besarme cuando creo,
que suficiente te he besado.
Cárgate del cariño que me sobra,
aunque lo guarde a buen recaudo,
que lo guardo para que no sea robado,
en las noches que no me pides un abrazo.
Sílbame si es que me buscas,
no te escondas en las sombras,
ni en las dudas, ni en las esperas,
ni te calles, ni te pierdas.
No me dejes pasar de largo,
que ansío gastar mis besos,
y me comeré los sesos,
por gastarlos todos en tus labios.
Llámame a gritos si me quieres,
a gritos dime que me amas,
que yo a gritos te diré que me beses,
y ésos gritos soldaran nuestras almas.