1/2/10

¡Basta coraza!

Me cansé de la coraza de acero,
no más escudos ni espadas,
dejo en reposo esa defensa
porque ya esos tiempos pasaron,
los de caballos y caballeros,
los de atalajes de cuero
y las armaduras color plata.
Quedaron atrás los miedos
y quemaron brujas y brujos
hace ya suficiente tiempo
como para esconder los lujos.
Se acabó el peso de una herida
y quedo libre de volver a cortarme
con la misma hoja en esta vida,
ya no hay flechas que me desarmen,
no quedan coyotes ni emboscadas,
se exterminaron las manadas,
se perdieron todos los enemigos,
las tardes de penas y penitencias,
las mañanas solas de suspiros,
los días de gloria, las batallas.
Hoy pongo mi corazón al desnudo
y rompo a gritar mis sentimientos
quitando así de mi garganta el nudo.
Ayer fui guerrero y hoy poeta,
ayer era yo, hoy lo mejor de mí,
ayer tenía un sueño, hoy la meta,
ayer una herida y hoy a ti.
Y si no te tuviera conmigo
obtaría por algún otro camino,
pero sin hierros ni armaduras,
cabalgando seguro mi sendero
con la cabeza alta aunque modesto,
jugando con fuego sin temor a quemaduras.