1/3/12

Sueño de un amor que no tenía

Todo, todo, absolutamente todo,
Y tú, que llegaste a un tercio de mi estancia
ya estabas antes de nada
como preferencia que mi corazón dictaba.
Todo amor es único desde su partida
y tú mi amor, que siempre fuiste una ilusión,
te encuentro ahora en mi vida,
calmando la desidia de mi búsqueda,
armando mi presente con detalles que yo pedía,
con astillas de la alegría de tenerte,
porque nada, nada, absolutamente nada,
tengo que reprocharte de nuestros encuentros,
sino los días que me dejas a mi albedrío,
los besos que no me has dado,
las noches que no compartimos
que se me antojan siglos baldíos.

No hay comentarios: